sábado, 26 de septiembre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

Objetivos

  • Propender a la convivencia de multiplicidades culturales que se ven reflejadas en el lenguaje teatral, generando un convivio con los diferentes niveles etáreos y ámbitos sociales a los que está dirigido.
  • Incluir una mirada pedagógica dentro de los espectáculos que permita la inserción de la obra en diversos ámbitos como escolares, zonas carenciadas, etc.
  • Resaltar valores tales como la amistad, la escucha y la capacidad de compartir.· Estimular la formación de espectadores críticos.
  • Rescatar al títere como lenguaje para todas las edades reconociendo su forma primigenia en la expresión teatral. Investigar lenguajes de interacción entre actores, títeres de diversas técnicas y objetos.
  • Integrar y acercar la literatura de textos clásicos de autores nacionales.
  • Dar a la Narración un lugar de privilegio en lo que concierne a la propagación de las tradiciones. .Revalorizar la imagen de la gauchesca.
  • Enriquecer la producción teatral con la formación personal a fin de lograr una superación permanente en el trabajo artístico, crecimiento grupal y la llegada al público.

Propuesta estética

La puesta en escena se desarrolla en dos planos trabajados: la gauchesca y la ópera, a modo de la obra dentro de la obra. En ambos casos bajo un concepto de síntesis escenográfica. La obra Fausto pertenece al género Fantástico gauchesco. Escrita en versos, es rica en lunfardismos y musicalidad, a modo de milonga campera llevada al terreno de lo coloquial.
Los personajes de Don Laguna y Anastasio el Pollo muestran una oposición social y generacional reflejada en los roles y en los atuendos característicos con tintes grotescos.Don Laguna, a decir del Pollo: “siempre pintor”. Joven gaucho de bombacha, a la usanza moderna, elegantemente ataviado, en las tonalidades de verde y salmón, en combinación con su caballo, el overo rosado con chapeado de riendas y cabezadas en plateado. “plata el fiador/ pretal, espuelas, virolas/ y en las cabezadas solas/ traia un Potosí:/ ¡Qué…! ¡Si traia, para mí,/ hasta de plata las bolas!”Anastasio, El Pollo, gaucho viejo, desalineado y rotoso, se autodefine como “jaca vieja”. De chiripá y bota e´potro, lleva un cojinillo a modo de recado, su único equipaje, que luego pasará a formar parte de la escenografía. Lo acompaña El Coloráo, un caballo marrón rojizo, maltrecho y ladeado. Los caballos están construidos en una combinación de máscaras y títeres.
La escenografía gauchesca de define por un árbol en medio de la pampa y un cojinillo a modo de campamento improvisado.
La narración de la ópera es proyectada en teatro de títeres con un parlamento ininteligible descontextualizando el idioma. La apoyatura de la música de distintos géneros pone de relieve la imagen del relato.

El trabajo de manipulación de los títeres fue realizado en función de una búsqueda e investigación de técnicas no tradicionales. Los titiriteros funcionan como escenarios humanos, sobre los que se apoyan telones que ilustran la escena en blanco y negro sobre fondo negro. El mismo titiritero a su vez trabaja los coloridos títeres, con manipulación directa. Fausto en morado, Margarita y Valentín (militar) en celeste, azul y blanco.
La escenografía antropomóvil, sumado a los telones permite disposiciones espaciales para cada escena.
El personaje Mefistófeles, andrógino híbrido entre humano y animal, en variaciones de colores cálidos muy vivos. Es representado por un actor en zancos para dar majestuosidad a la figura diabólica. Si bien pertenece al plano de la ópera, interviene en la gauchesca elípticamente, haciendo sentir su presencia.

lunes, 7 de septiembre de 2009